martes, 31 de agosto de 2010

Las cosas nuevas


Cuando te levantas con el pie que no debes, cuando vienen a la memoria algunas personas indeseables que destrozan un lugar precioso con tan sólo aparecer en él, cuando el pasado asoma el hocico por la puerta de la habitación, sin previo aviso y sólo para corroer el optimismo, hay varias opciones. La que más me gusta, y la que personalmente veo más efectiva es la de centrarnos en todo lo nuevo que hay en nuestra vida.

Cuando digo cosas nuevas no me refiero a objetos necesariamente (aunque también pueden valer). Me refiero a personas, a lugares y a buenos y malos momentos acontecidos entre ese pasado que duele y el presente.

¿Cuántas personas han aparecido en nuestra vida desde entonces? ¿Qué nuevos lugares has visitado? ¿ Qué cosas has aprendido en esta última etapa?

Y... entonces... si han pasado tantas cosas nuevas, si tantas cosas han llegado es que somos personas diferentes ahora. Y si somos personas diferentes, ¿por qué seguir preocupándonos por algo que ya pasó, que casi podríamos decir que pertenece a otra vida?

Hay muchas cosas que superar, y es muy difícil no estancarse en el pasado, algunas veces, por eso es bueno centrarse en lo bueno que nos ha traído el paso del tiempo, en aquello que SÍ merece la pena ser recordado, y SEGUIR SIENDO VIVIDO, porque aun está con nosotros, formando parte de nuestro presente.

Todo esto puede parecer un poco ambiguo, una idea abstracta, pero creo que ayudará a quien realmente esté en la situación en la que me encuentro yo hoy. Al menos, esa es mi intención. ¡Fuera lo malo! Al fin y al cabo, ya pasó, hay que estar preparado a que lleguen cosas nuevas...



*Foto: Sierra de Madrid, desde la casa rural en la que nos juntamos con la gente del Camino de Santiago. Verano 2010. :)

No hay comentarios: