domingo, 19 de abril de 2009

El milagro de la vida...


Hoy domingo han despertado mis plantitas. Las planté hace una semana, pero no han querido esperar demasiado para ver el mundo que las esperaba...

Puede que más de uno nos quedásemos bajo esa tierra oscura, planteándonos seriamente si deberíamos salir al exterior o no.


Me pregunto,...observo a mi alrededor y descubro que puede que yo también hubiese nacido un domingo como éste, cargado de tantas horas que podemos manipular a nuestro antojo. Yo habría salido de entre la tierra con tallo firme, como los tallos de mis tres plantas, de estas tres criaturas que prometen tener mucha fuerza...
De sus frutos recogeré la cosecha que me impulse y me colme de fuerza en los días en que tenga que ayudarte...en los días en que a mí también me cueste ver la luz.

Feliz semana :)

jueves, 16 de abril de 2009

El pasar de los años...


Vamos creciendo, nos vamos haciendo mayores. Hasta hace muy pocos años éramos niños que recogían sus preocupaciones en mochilas con libros, en pegatinas dentro de un dulce de chocolate, en números repetidos de pegatinas de un álbum, en canicas perdidas y en alguna que otra caída con curas que escocían.

Las soluciones eran sencillas, incluso para los problemas más descomunales. Ante las pesadillas corríamos a la habitación de mamá, ante las personas que nos hacían daño nos escondíamos tras nuestros hermanos mayores, cuando teníamos alguna carencia ahí había alguien dispuesto a cubrirla. Si llegábamos a casa mojados (por la lluvia) unas cómodas y calentitas zapatillas estaban aparcadas junto a la puerta...una madre preocupada nos abrazaba y nos invitaba a pasar y con gran avidez colocaba un plato caliente ante nosotros.

No existían preocupaciones económicas, al menos para nosotros, éramos mentes libres de culpa, de miedos, de olvidos y de tambaleos sentimentales. Los malos momentos desembocaban en un llanto nervioso, impulsivo, que solía durar una media de 5 minutos. Y el sol volvía a salir.

El tiempo pasa, las tardes caen cada vez más ligeras, la vida nos apremia con una sabiduría controlada y con una experiencia a veces indeseada. Nos hacemos mayores y los períodos de tiempo que existen entre los recuerdos y nuestros presente cada vez son expresados con números más altos.

Nuestros hermanos crecen, y ahora, algunas veces, son ellos los que se refugian tras nuestras espaldas. Los trabajos vienen y se van, y los cromos son sustituídos por esas estampas tan feas con una cifra en euros grabada.

El orgullo por los nuestros crece...vemos cómo un hermano lleva a cabo una organización de un metroparque, cómo una hermana se desenvuelve sola, ante un Madrid cada vez más grande. La habitación de mamá se cierra cuando cae la noche, y ninguna pesadilla te hace ir a su cama.

A veces, cuando te acuestas te da miedo pensar qué ocurrirá cuando tu pasado realmente quede atrás...qué ocurrirá si los cambios se aceleran, si las tardes pasan más rápidas aún.

Mientras tanto, y ante los miedos, me aferro al día de hoy. Abrazo a mi madre. Trato de que todo siga igual...busco la estabilidad en esta vida cambiante, en la que los recuerdos se pierden en una bruma cada vez más fugaz...cada vez más lejana.




*Foto: metroparque de Granada.

martes, 14 de abril de 2009


Tardes de té y bizcocho de chocolate. Tardes de cuentos contados en susurros, de cosquillas anheladas por una espalda inerte, víctima de la soledad.
Gotas esperanzadoras caen de un cielo viejo, cada día más gris, a pesar de la calidez solar.
Palabras en voz en eco, pasos fantasmales en un pasillo de losetas gastadas.
El tic-tac de un reloj que marca las horas con tardanza...los recuerdos que se unen al alma y a los latidos incesantes de una niñez que se resiste a desaparecer.
Las risitas de cien hadas ocultas desde tiempos remotos en los huecos que aun quedan en las esquinas.
El gris que se entrecuela entre los parpadeos de luz de dos velas que se resisten a apagarse. El hilillo de humo que se desvanece antes de llegar al techo de la habitación.
La soledad filtrada por las cortinas inmóviles de una habitación más que estudiada. El ángulo de la puerta entreabierta.....

Tu recuerdo y mi sonrisa, a veces olvidada.

domingo, 12 de abril de 2009

Dos ciudades paralelas



Sitios deliciosos, cargados de mägia y de cierto aire granadino. Cerveza Alhambra y Mezquita acompañada de una panorámica inmejorable.

Tirso de Molina, Alhambra....¿se puede sonseguir una combinación mejor?

Madrid siempre tendrá ese olor a rastro, a vips, a parque de atracciones, a noches de verano en aquella casa en Princesa, a los abrazos de mi abuela, a un bolso cargado de comida, a miles de rincones de colores, a aire acondicionado, a Mike Olfield, a Magnum y a Coca-cola. Madrid siempre será esos cuadros del Prado, esas cenas en un terraza, gazpacho frío, teléfonos antiguos, la habitación de la música.

Madrid se paralizó en el tiempo y se quedó para siempre en el lugar que ocupa un recuerdo de la niñez, unas cosquillas que no te dejan dormir y el aire templado que mueve las cortinas de una habitación que no es la tuya....