domingo, 27 de mayo de 2007

Las manos de mi abuela

Es curioso, hace años que mi abuela se marchó, pero aun recuerdo con completa nitidez su voz, sus expresiones y su rostro. Recuerdo muchas cosas de mi abuela, recuerdo su forma de hacer punto, tan rítmica, tan constante y con tanta soltura. Recuerdo sus guisos y el sabor de cada uno de sus platos, de sus postres y su forma de poner la mesa. Recuerdo su organización por las mañanas, y su forma de quitarle importancia a los problemas cotidianos. Mi abuela era una persona formidable, de ese tipo de personas que cuando se van el único sentimiento que se te queda dentro es el de la tristeza y a la vez la alegría, de haber tenido la suerte de formar parte de su vida y viceversa. Recuerdo sus ojos y su cuerpecito, y su forma de caminar, recuerdo cómo llamaba al timbre y su voz detrás del teléfono...y recuerdo sus manos.


Recuerdo las manos de mi abuela ante todas y cada una de las cosas, recuerdo su forma de moverlas, y cómo nos acunaba con ellas. Recuerdo cómo las utilizaba al cocinar, y al tejer, y al guardar cada cosa, y al buscar en su bolso....recuerdo sus manos sobre sus rodillas, y sus manos sobre la mesa, preparada para comer. Sus manos son ahora mi vértice en la vida. Las manos de mi abuela, que cosían, que tejían, que cortaban telas, que ponían botones. Las manos de mi abuela que realizaban todas aquellas tareas que sólo enseña una madre. Sus manos nos transmitieron a los demás cómo comenzar a ser un/a artesano/a.


Mi abuela, quizá sin saberlo, fue la propulsora de todas aquellas cosas que hoy hacemos sus nietos e hijos. De todas aquellas tareas que hoy en día nosotros realizamos sólo con nuestras manos y con cariño, el mismo que ella nos enseñó a ponerle a las cosas.


Tuvimos mucha suerte de aprender de alguien como ella, y aunque pasara de una forma fugaz, jamás desaparecerán de nuestro recuerdo su persona y sus gestos.

viernes, 25 de mayo de 2007

La Artesanía de hoy y de siempre

¿ Por qué el ser humano hace artesanía? A veces me pregunto por qué todos tenemos esas raíces de reutilizar las cosas que ya no nos sirven, de transformar unos elementos en otros, de convertir un junco en un collar o pulsera, de utilizar prendas viejas para hacer bolsos o monederos, o de querer crear nuestro propio papel reciclado.

Pues bien, la artesanía además de ser un arte, es un instinto animal. El hombre, desde que es hombre ha creado productos artesanos, como decoración o como parte fundamental de la caza, de la religión o de la vida cotidiana.

Es interesante pasarse por algún museo arqueológico y descubrir utensilios de barro, de piedra tallada, de cobre, de hueso...Las muejeres creaban para sí sus propias joyas con elementos naturales, se pintaban gracias a aceites o frutos y se vestían creando atuendos de lo más laboriosos.

La artesanía, mis duendecillos, ha existido desde siempre, y llega hasta nuestros días de forma medio desgastada, medio eliminada por la cantidad de productos que salen hoy al día al mercado. Hoy en día existen dos tipos de artesanos: quien realizamos artesanía a conciencia, y quien realizais artesanía a veces sin daros cuenta, al convertir una lata en un lapicero, en lugar de en un elemento desechable, a reutilizar la cera ya quemada, o al convertir las etiquetas en un marcapáginas....

Todos somos artesanos, vosotras madres entrañables, vosotros adolescentes, vosotros papás recientes, y vosotros también abuelos. Todos somos recicladores de los productos que aun dan mucho de sí, y está en nuestras manos seguir diseñando el mundo de forma original y tan personal como nosotros mismos.

martes, 22 de mayo de 2007

Bienvenidos a mi pequeño taller!!!

Hace tiempo que comencé a crear en mi casa un taller, junto con mis hadas. Fabricamos cosas artesanales dejándonos llevar por oleadas de música celta y sonidos naturales. Cada día, tratamos de reciclar materiales, creando con ellos nuevos productos. Y en las tardes de invierno nos entretemos en tejer cositas de lana de colores.

Mis hadillas son muy buena compañía cada tarde y me ayudan a elegir los colores de las lanas e hilos que utilizo...trataré de introducir imágenes de ellas para que podais conocerlas, pero es difícil capturarlas en fotografías, pues son muy tímidas y rápidas.

El incienso, el olor a tierra mojada, el canto de las golondrinas, el sonido que producen las hojas en caer...cada sensación es una inspiración para todas nosotras..y cada día que pasa, una nueva oportunidad para alcanzar la meta de seguir soñando.

Bienvenidos a todos a este pequeño taller, sentaos y disfrutad de los cuentos y las historias, y ¿por qué no? de alguna foto que otra!