miércoles, 13 de junio de 2007

En estos días....

Todos los días me sorprende algo nuevo. La educación recibida por todos nosotros es tan, tan distinta...incluso hay algunos que carecen de educación y eso en sí mismo ya es una educación.
Generalmente, no me molesta que haya personas muy muy distintas a mí, cada cual sigue su curso en la vida, sin afligir a los demás, incluso hay veces que es enriquecedor conocer a alguien muy muy distinto.
Pero con estos tiempos que ahora azotan nuestros días y nuestras tardes, es complicado andar siempre de puntillas por todos sitios para no dañar el pensamiento del resto.
Vereis, ayer me ocurrió algo más que achacar a la educación que reciben los pequeños hoy en día. Llendo en el autobús, muy temprano, una niña de unos 4 años, sentada en uno de los bultos de plástico que resguardan las ruedas por dentro, terminó de morder un palo (de esos de algún magnum, frigopie o variedades) y lo tiró con naturalidad en el centro del autobús, quedando el palo en medio de todos los que ibamos de pie.
La niña, iba compañada de su madre, y ésta al ver la escena tan "bonita" que su hija había protagonizado, no tuvo más que hacer que volver la vista y seguir mirando por la ventana, entablando más tarde una conversación totalmente lejana a cualquier réplica o regañina.
Puede que en ese momento ellas dudaran de mi educación, porque no les quité la vista de encima, hasta que salieron por la puerta trasera del autobús.
Me quedé impresionada, ofendida, y con tanto que decir a aquella hija, y sobretodo a aquella madre....
Cuando salí del autobús me pregunté "¿Por qué me sorprendo?". Estoy cansada de ver todos los días escenas similares, niños que tiran guarradas en mitad de la calle, padres que los miran sin hacer ni decir nada.
Y yo, siempre, en tercera persona, observando la situación, y sellando mis labios con la educación que a ellos les falta.
Pero creo, que esto se ha acabado; no obstante, si alguien tira algo delante mía, como también es mi ciudad, mi país y mi lugar donde vivo, y al que cuido, llamaré la atención a aquellos "guarros" (sin perdón), que están haciendo de éste, nuestro mundo, un lugar mucho menos agradable y acogedor.
Y creo que es la labor de todos los que estamos aquí, seamos de donde seamos, vivamos donde vivamos, la de obligar a la gente a que no nos joda con sus malas educaciones, y falta de escrúpulos. A veces nos quejamos cuando nos multan por muchas cosas, pero está claro que en ocasiones la multa es la única solución de que se conciencien, aquellos que por desgracia no han sido educados ni saben educar.

1 comentario:

Estercity dijo...

Gracias pro pasarte por mi blog.
Espero verte a menudo por ahí.