Tengo pereza de la prisa y de los preparativos y también del móvil y del ordenador.
Creo que he entrado en el bucle de ese momento en que sabes que deberías seguir estudiando (un máster, cursos, academias...), o seguir echando curriculum, coger un avión y plantarte en el extranjero o hacer algo adulto. Sin embargo me da pereza. Sigo con mis clases particulares y mis costuras, mis tareas de casa y los calendarios con fechas para futuras ferias. No sé si me estoy echando a perder o hago lo correcto, pero el caso es que me veo en medio de tanta faena social y la verdad es que no colaboro lo que debiera.
Luego están los amigos, a los que no respondo, y es que parece que no esté para nadie con este lío de días que no tienen 24 horas, sino 8. La familia al otro lado del teléfono y la lista de tareas pendientes que es infinita y sigue creciendo, creciendo, creciendo...
No quiero buscar música, ni tiendas ecológicas online, pero sin embargo me descubro a mí misma enredada en este jaleo de páginas web cuando a penas tengo 5 minutos para lavarme los dientes y salir corriendo de casa. (¿Por qué digo casa, sin "la" delante? ¡Ni que yo ya hablara así!). Total, un desbarajuste, porque es que por olvidarme, me he olvidado hasta de escribir, ¡yo que quería dedicarme a ésto y fíjate cómo me expreso! Se juntan unas palabras con otras, malsuenan repeticiones y puntos fuera de lugar... Claro, como ya no escribo...
Estoy cayendo en un abismo espiritual que no sé yo a qué lugar conduce. He vuelto a recaer en prejuicios y distinciones físicas, en odios sin sentido y en nervios adolescentes. Para cogerme por los hombros, sentarme en una silla y decirme cuatro cosas muy claras, estoy.
Así que nada, en medio de todo este ovillo absoluto de idas y venidas, de cosas que te cogen y te sueltan, siento que la vida pasa, contigo a mi lado. Y me pregunto cuándo llegará el momento de tomar decisiones. Me gustaría que los cambios se amontonasen en la puerta de "la" casa y que sólo tuviéramos que abrirla y dejar que pasaran de uno en uno.
Veremos qué trae el tiempo, al menos estás aquí y eso me reconforta.