jueves, 16 de septiembre de 2010

Calabazas y nueces


Estoy recién llegada a Granada. De vuelta a esta ciudad pequeña que se prepara para el comienzo de las rutinas.

Hoy huele a otoño y no me he resistido ante la tentación de una docena de calabazas que esperaban, tranquilas, ser compradas. Hemos vuelto mi madre y yo cargadas de trozos de calabaza naranja.

Luego, en la cocina, el naranja llenaba la habitación, y un sin fín de fuegos, cacerolas y sartenes ocupaba casi todo el espacio.

El otoño llama a la puerta, y es inmejorable la tarde si la pasamos entre tablas, humos, cucharas de madera, calabazas y Loreena Mckennitt. Así, sí puedo sentir esta estación.

1 comentario:

Abigail LT dijo...

vas a hacer pastel de calabaza?

que rico... ummmmmmm