martes, 4 de noviembre de 2008

Tessseandö


Es mi antídoto contra el veneno que todos los días nos corrompe el alma. Un té calentito después de comer. Es el olor que explosiona contra mí al abrir los enormes tarros donde guardo las hierbas. Canela, chocolate, anís, almendras, vainilla, fresas, azahar.... El gorgoteo continuo del agua al romper a hervir o el hilo de vapor que sale de la taza, dibujos redondeados con un ligero olor a miel. Uno de los mejores momentos del día, cuando los labios entran en contacto con ese sabor, la lengua se afloja y aparecen frente a nosotros una cantidad impensable de recuerdos y de frases pronunciadas, de personas que pasaron por nuestra vida..... Maravillosas tardes de té rodeada de amigos, familia, antiguos desconocidos con los que hoy compratimos nuestros días y nuestros más íntimos secretos. ............................. Un besillo enorme con sabor a té de azahar. Buenas noches, duendecillos.

No hay comentarios: